Los síntomas positivos son rasgos que aparecen de nuevo en el paciente y son delirios, alucinaciones, los cambios en su pensamiento y en su conducta.
Delirios: son creencias falsas que la persona sostiene firmemente y que son irreductibles a la lógica. Para ello la persona se apoya en algunos detalles de la realidad aunque los interpreta de una manera errónea.
Alucinaciones: son percepciones en las que el paciente escucha, ve o siente cosas que se originan en el interior de su propio cerebro y que él las vive como si fueran reales no lo son.